Todas las experiencias de un niño durante su etapa educativa de primaria, afectarán profundamente en su desarrollo físico, cognitivo, emocional y social. Hay que apostar y disfrutar de actividades relacionadas con la educación no formal para contribuir en la formación de un adulto sano y feliz. De ahí la importancia de un fin de curso en su infancia.

Desde que somos pequeños, nuestro mundo gira alrededor de nuestra familia, el colegio, los amigos y el entorno que nos rodea. Nos mantenemos felices y seguros porque nuestros padres hacen todo lo posible para que sea así. Nos cuidan y nos protegen y siempre están ahí para levantarnos cuando nos tropezamos.
¿Cómo aprendemos en la infancia?
Cuando vamos creciendo, necesitamos tener aprendizajes por nosotros mismos. Además de ir adquiriendo pequeñas responsabilidades para que el día de mañana, nos convirtamos en adultos completos. Es muy importante contar con una buena educación en valores. Sin duda trasmitida por los padres, madres, educadores/as, profesores/as, monitores/as. En general por todas las personas que van a formar parte de nosotros a lo largo de la infancia y adolescencia.

Un viaje, un gran recurso
Un buen ejemplo sería participar en una actividad organizada al finalizar la etapa de primaria; un Viaje de Fin de Curso. Un viaje de fin de curso ofrece gran variedad de posibilidades para formar a esos futuros adultos responsables y completos. A continuación te enumeramos todas sus ventajas:
- MI PRIMER VIAJE: Para mucho de los alumnos, es la primera oportunidad de realizar un viaje fuera de casa sin sus progenitores. Asumiendo un importante crecimiento personal.
- APRENDER A CONVIVIR: Van a compartir el mismo espacio y convivir en una habitación con dos o tres compañeros. Aprenderán a organizarse y desarrollar las rutinas diarias, adquiriendo mayor autonomía y nuevos aprendizajes sociales.
- LOS MONITORES/AS DE TIEMPO LIBRE: conocerán a esos profesionales que les enseñaran a disfrutar de una manera saludable de su tiempo libre. Mostrando innumerables recursos lúdicos.
- NUEVOS DESTINOS, NUEVAS ACTIVIDADES: para la gran mayoría, van a viajar a ciudades desconocidas hasta el momento. Visitar monumentos emblemáticos y probar deportes de multiaventura cuya práctica les van a atrapar en un torbellino de emociones.
- ASÍ SOMOS EN REALIDAD: Fuera del entorno escolar, los chavales se muestran tal y cómo son y se dan a conocer a los compañeros y sus profesores. Otra faceta mucho más abierta y natural, acorde con la espontaneidad propia de estas edades.
- MÁS CERCANIA: en los casos en los que hay profesores acompañantes en los viajes, estos disfrutan de sus alumnos en un entorno distinto. Conviviendo con ellos de una manera más lúdica, sin las presiones de las calificaciones y sorprendiéndose de la naturalidad e iniciativas de los más introvertidos.
- APRENDIZAJE PARA LAS FAMILIAS: Muchas padres y madres van a descubrir que sus hijos deben “volar por sí solos” y que esta actividad les va a servir para su crecimiento personal. A veces se niegan a dejarles viajar porque creen que son muy pequeños, pero la realidad es que no quieren romper ese lazo que les une porque no van a poder “aguantar su ausencia”.

Por todo ello, debemos apostar por las empresas de ocio y tiempo libre especialistas, responsables y con gran experiencia en el sector. Que sepan desarrollar un buen programa para los viajes de fin de curso, que harán las delicias de los más pequeños. Como queda ya claro la importancia de un fin de curso en tu infancia es clave.