RABIETAS INFANTILES ¿QUÉ HAGO YO?

Durante el crecimiento y la educación de los hijos muchas veces se presentan situaciones o momentos donde el niño reacciona con un berrinche. Es más, nunca es agradable ni para los padres ni para el resto de personas que presencian la escena, incluido el propio niño. Cuando hay rabietas infantiles ¿Qué hago yo? es un pregunta muy recurrente.

Hoy os presentamos dos maneras de poder reconducir la energía de esa frustración y/o enfado y  enseñarles a gestionar las emociones negativas.

Liderar y comprender

Cuando ocurre el momento de enfado el adulto debe agacharse y colocar el contacto visual a su altura. De esta manera no se el niño no sentirá que es una imposición “desde arriba” sino una comprensión.

Tomarle por los hombros de manera suave pero firme, para ayudar a la concentración, se le dice: “hijo ahora no” y se mantiene un contacto visual.

Aunque reaccione con un berrinche, se debe mantener la postura corporal y visual. Esa mirada debe trasmitir tranquilidad y seguridad. Finalmente el niño dejará de sostener la mirada y de “retar” al adulto ante la negativa.

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Entonces es el momento de “acoger” al niño, que seguramente el enfado lo ha transformado en tristeza y focalizarlo hacia otro lugar. La idea no es cortar el berrinche y punto. En otras palabras, hay que pensar que esa energía debe transformarla en otras opciones que en ese momento si se puedan hacer o intentar que comprenda.

A ninguna persona ya sea pequeña o grande se le puede cortar una emoción de golpe. Por encima de todo lo que hay que intentar es reconducir ese movimiento hacia otro lugar.

Ignorar y relativizar

Ante la misma escena de berrinche, el adulto debe mantenerse al margen de la situación. Ignorando el estado de enfado que el niño tiene, dure el tiempo que dure. Así cuando se encuentre más calmado se hablará con él y se le dará la atención que necesita.

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Es verdad que esta técnica puede ser más incómoda cuando la rabieta es en algún sitio público. Pero la idea también es poder usar de manera alterna las dos opciones según sea el lugar. Y siempre recuerda, en las dos opciones el adulto siempre tiene que tener en cuenta no ceder y tener mucha paciencia.

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