LOS TUYOS, LOS MÍOS, LOS NUESTROS

La clave para una buena convivencia es aprender a mantener el equilibrio entre convivir con uno mismo, el espacio personal y las personas del entorno.

Pero ¿Qué es la convivencia?

Según plantea el psiquiatra Enrique Rojas (1994) “convivencia es, ante todo, compartir, participar en la vida ajena y hacer participar al otro en la propia”. Sugiriendo que la convivencia implica solidaridad, cooperación, participación y reciprocidad.

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Desde casa, la familia puede educar al desarrollo de valores para facilitar la convivencia. Los hijos deben observar cómo desde la familia se le da importancia a la necesidad de ser respetuosos y facilitar la relación con otras personas.

Los valores

A continuación os mostramos los valores que consideramos que se deben trabajar desde el nexo familiar. Ya no sólo en los tuyos, los míos y los nuestros. Y que ayudaran a tener una sana convivencia en la sociedad desde muy pequeños:

La paciencia. Frente al aquí y el ahora que nos han facilitado las nuevas tecnologías. Por ello, debemos enseñar a ser pacientes, que los niños aprendan que hay multitud de procesos y objetivos que llevan su tiempo.

La empatía. Es importante entender cómo se sienten los demás y ponerse en su lugar para que haya una buena convivencia. Algo que ayudará a ser más solidario y reflexivo.

La solidaridad y generosidad, se debe sensibilizar e interesar en los problemas sociales del entorno o del mundo. Hay que ayudar a empatizar y comprender a los demás y sus problemas. Desde pequeños podemos a ayudar a los demás y a ser menos egoístas.

La tolerancia. La sociedad está más globalizada que hace años y en los colegios se convive con compañeros de otros países o nuevas unidades familiares. Así que los niños deben aprender a ser tolerantes con los demás, especialmente con los que son diferentes y así evitar conflictos como el acoso.

La responsabilidad. Alguien responsable es el que responde de sus actos y se hace cargo de las consecuencias de los mismos. Desde la familia se debe evitar la sobreprotección y “dejarles hacer”, permitir que aprendan a ser responsables de sus actos y confiar en sus posibilidades.

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También importante

La autoestima. Saber valorarse, quererse a uno mismo. Si un niño se valora podrá tener una relación sana con los demás. Por ello hay que enseñarles a entender y vivir sus emociones de una manera positiva y saludable.

La honestidad. Hay inculcar que desde pequeños se diga la verdad siempre, en todos los ámbitos, en el familiar, escolar o con los amigos. Así se aprenderá a vivir mejor y más feliz.

El diálogo. Trasmitir la importancia de la comunicación entre las personas. La necesidad de escuchar y respetar lo que dicen los demás. Hay que animar desde pequeños  a expresar sus sentimientos, preocupaciones y a resolver los conflictos con el dialogo y los acuerdos.

El optimismo. El gran aprendizaje que se debe transmitir desde la unidad familiar es enseñar a los niños a ser felices y trasmitirlo a los demás. Sobre todo las personas optimistas y felices gozan de mayor salud.

La disculpa. Inculcar desde la infancia que todos podemos equivocarnos (tengamos la edad que tengamos) y por ello se debe pedir perdón y saber perdonar. Todo ello podrá resolver muchos conflictos a lo largo de la vida.

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Otros aspectos interesantes

Parece que diversos estudios han demostrado que la convivencia con animales de otras especies resulta muy beneficiosa para los seres humanos. Tanto para su salud física como mental. Convivir con perros, por ejemplo, nos brinda lecciones de fidelidad y de consideración a diario.

Por consiguiente, los valores para la convivencia se expresan, de forma muy explícita,  en los estilos de vida familiar. Además los hábitos, costumbres, tiempo de ocio, participación en la comunidad,….Hay que animar desde la infancia a que personalicen  sus valores reflexionando con una actitud crítica, tomando decisiones y actuando en consecuencia. De ahí la grandeza de los tuyos, los míos y los nuestros.

1 comentario en «LOS TUYOS, LOS MÍOS, LOS NUESTROS»

  1. Me parece un proyecto excelente y altruista, que une aspectos básicos tan necesarios para el desarrollo psicológico, emocional y espiritual de futuros hombres y mujeres. Me encantaría colaborar y formar parte del mismo. Muchas gracias por existir.

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