SUBIENDO A LA RED

Tanto los menores como sus familias, deben aprender y experimentar juntos, todas las posibilidades que existen en la red. Para ello hay que evitar que por desconocimiento o inconciencia llevemos a exponer excesiva o innecesariamente a la familia subiendo a la red aspectos privados.

Los menores tienen derecho a construir su propia biografía digital y derecho a la privacidad. El exhibir la vida de los hijos en las redes sociales tiene implicaciones en su desarrollo psicológico. Más allá de los problemas de seguridad que pueda ocasionar.

El Código Civil expone que la patria potestad se ejercerá siempre en beneficio de los hijos. De acuerdo con su personalidad y con respeto a su integridad física y psicológico. No existe beneficio alguno para el hijo en compartir sus imágenes por las redes.

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La Asociación Profesional Española de Privacidad creó una Guía con recomendaciones básicas sobre el uso de las RRSS e internet por los menores. Alientan a las familias para que guíen, controlen y ayuden a sus hijos para realizar un uso responsable de internet. Aquí os dejamos el enlace

Lo que se obtiene de Internet

Es una forma de comunicación económica, con gran accesibilidad y de ámbito internacional. Se puede contactar con personas en todo el mundo, de otras culturas y otros países. Así como, hablar la familia y amigos en tiempo real.

Se entiende como una herramienta muy amplia de educación e información. Hay una gran variedad de recursos actualizados y de fácil acceso. Las familias deben supervisar y controlar los contenidos y búsquedas que hagan los menores.

Una forma de entretenimiento individual o colectivo “sin barreras”. Un uso diario de los juegos y/o las apuestas puede desembocar en una adicción, si no existe un control por parte de un adulto.

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Por encima de todo hay que aprender y enseñar a gestionar los riesgos de la red. Comparte tus conocimientos con tus hijos y respeta su privacidad, es su derecho. Enséñales a protegerse, a ser responsables con sus datos y los de los demás, en definitiva a ser responsables con su privacidad.

Respetar y conocer los derechos de cada uno y de los demás

Un dato personal es cualquier información que identifica a la persona. Puede ser con sus datos específicos (dni o teléfono) o bien un dato que puede ayudar a identificarla (fotografía o grabación de voz).

Los menores deben desconfiar de quien le solicita sus datos y no le informa de su uso y únicamente facilitar los datos estrictamente necesarios.

Todos los datos personales pertenecen a cada persona y para usarlos o hacerlos públicos deben pedir autorización.

Si un menor quiere crear una cuenta de correo o un perfil de RRSS,  se necesita una autorización de un adulto. Si eres menor de 14 años, se necesita una autorización del padre, madre o tutor. Pero si eres mayor de 14 años, no necesitas autorización parental pero si comprobación de la edad.

Hasta los 18 años, los padres son responsables de los daños que puedan causar sus hijos a través de las RRSS. Por ello es imprescindible realizar tareas de supervisión y control.

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Conocer las conductas que podría ser ilegales

Usar las imágenes de otras personas sin su consentimiento. Ya sea enviando o compartiendo imágenes o contenidos ajenos puede llevar a infracciones civiles, administrativas o penales.

Provocación al odio. Los menores deben respetar a todos las personas que se encuentran en algún colectivo, que se encuentre en una situación de marginación social/cultural.

Ciberacoso. Se convierte en acoso cuando a las víctimas les supone un problema psicológico que le dificulta relacionarse socialmente o bien en su desarrollo emocional. Los efectos en la red son de mayor escala.

La actitud de los demás. Se debe enseñar a los menores que las personas que no tienen unas conductas buenas hacia los demás, deben de obtener la crítica y el reproche del resto del grupo, no su reconocimiento.

Robo de identidad. Hacerse pasar por otra persona en internet es algo muy fácil, y se deben de conocer las consecuencias legales y penales.

En definitiva ayudemos a los menores a ser responsables con sus actos, tanto digitales como analógicos.

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